La reforma de las principales figuras tributarias que entró en vigor en el año 2015 elimina en el Impuesto sobre Sociedades y en el IRPF para empresarios individuales la mayor parte de las ventajas que en base o en cuota las sociedades y los empresarios tenían, a cambio de la reducción nominal de los tipos de gravamen.

No obstante en materia de innovación se amplían y mejoran técnicamente los incentivos existentes, de modo que es mayor el abanico de potenciales destinatarios de la ventaja y por eso es conveniente conocer en que medida los diferentes agentes económicos pueden disfrutar de ventajas que hoy les están a pasar desapercibidas.

Asimismo se dota el empresario de seguridad jurídica en su aplicación mediante un proceso específico de determinación y cuantificación en interlocución con la Administración Tributaria. Asimismo se prevé la posibilidad de anticipación nos sus efectos mediante la monetización de la deducción, de modo que no es precisa la existencia de cuota positiva para beneficiarse del incentivo.

Por todo ello es de sumo interés el conocimiento de esta posibilidad tanto en el relativo a su ámbito de aplicación como nos aspectos procedementais para llevarla a cabo.