Santiago de Compostela, 29 de junio de 2019.- La Consellería de Economía, Empleo e Industria apoyó, a través de las tres primeras convocatorias de 2019 de las acciones del programa Reacciona TIC, la mejora competitiva de 48 compañías con la implantación de 51 servicios de asistencia, diagnóstico y soporte en la implantación de soluciones de la Industria 4.0. En total, se concedieron ayudas por 232.042 euros.

En 2019 se activaron en total cuatro convocatorias de este programa desenvuelto por el Igape. La última viene de cerrar el plazo de solicitudes el pasado día 20 de junio y falta por conocer su resolución.

Esta iniciativa, cofinanciada al 80% con fondos Feder, oferta servicios que incluyen la diagnosis de las necesidades de cada empresa para la implantación de las tecnologías digitales, el acompañamiento y apoyo en la puesta en marcha de proyectos Industria 4.0, o la exploración de nuevas oportunidades de negocio vinculadas a esta industria, así como la generación de modelos y simulaciones industriales para optimizar los procesos de producción.

A través de los programas Reacciona TIC y Reacciona, que tiene entre sus objetivos prioritarios lo de apoyar la profesionalización de los equipos directivos y de gestión de empresas, para su crecimiento e internacionalización, la Xunta reafirma su compromiso con el desarrollo de la capacidad competitiva de las pymes gallegas en ámbitos como el financiero, la producción, el comercial, el de la comunicación o el del diseño estratégico.

De las pymes beneficiarias en las tres convocatorias aprobadas en lo que va de año, el 74% se acogerá al servicio de diagnóstico y oportunidades para la aplicación de soluciones Industria 4.0; un 16% recibirá acompañamiento para desarrollar esas soluciones, y el 10% restante dispondrá de apoyo para la generación de un modelo industrial propio y su correspondiente simulación.

La mejora del posicionamiento en los mercados de las empresas gallegas mediante las TIC es uno de los objetivos de la Agenda Industria 4.0, puesta en marcha por la Xunta en 2015, y que se convirtió en la hoja de ruta del Gobierno gallego para conseguir un nuevo modelo industrial más competitivo y con una mayor proyección exterior.